LA LADRONA DE LAS TETAS GORDAS

A ladrona puede, pero a tonta seguro que no la gana nadie. No solo no se tapó la cara con el pasamontañas que llevaba si no que además se puso el guante para ocultar las huellas en la mano equivocada. Una mujer, con más escote que neuronas, atracó recientemente una gasolinera en Londres amenazando al dependiente con un cuchillo. El pobre hombre no sabía a donde mirar, si al cuchillo o a las tetas, - Podría usted identificar a la ladrona? - Puuuesssss... pues no.