Espiando a las vecinas detrás de las ventanas
Espiar detrás de las ventanas está mal… pero si las chicas hacen cosas como cambiarse o caminar con diminutas ropas dentro de la casa, con las ventanas abiertas, ¿Qué más le queda a la gente de afuera? Sencillamente disfrutan de espectáculo. Además, es casi seguro que las protagonistas lo hacen sabiendo que hay ojos allá afuera